HISTORIA
Ricardo Montesino nacido en el año 1941 es el creador de Bar Sur y así nos cuenta la historia…
Cuando tenía apenas 12 años mi padre y un amigo me llevaron a pasear y me dijeron “te vamos a llevar a conocer el verdadero Buenos Aires ”, ahí fue cuando conocí el barrio de San Telmo.
En el año 1965 yo tenía 24 años, vivía en la localidad de Olivos (provincia de Buenos Aires), y solía pasear en auto por la costa de punta a punta desde El Tigre hasta La Boca. Recuerdo que comenzaban a ponerse de moda las discotecas y era el auge del Centro Cultural Di Tella. Por aquel entonces con un grupo de amigos soñábamos con hacer un club privado para congregar a más amigos, recuerdo que le comenté a mi madre:
“voy a poner un lugar al que va a venir a conocer gente de todas partes del mundo”.
Pensé en que ese lugar podría estar en San Telmo, porque me pareció el centro cívico, un lugar central geográficamente al que se podía llegar con facilidad, cerca de Plaza de Mayo y de la Casa de Gobierno. Además San Telmo me gustaba mucho por su estilo arquitectónico y también porque se respiraba un aire a bohemia muy especial. El barrio estaba muy descuidado pero había en ese entonces algunos ateliers de pintores, teatros under, restaurantes tradicionales – el más destacado El Repecho – dos cervecerías, tres o cuatro casas de antigüedades y los antiguos bodegones el Unión Bar y el Volga.
Cuando vi esa esquina, construida en el año 1910, quedé encantado. No sólo por su estilo arquitectónico, sino también porque había que pegar la vuelta por la cortadita para llegar, lo cual le daba ese encanto especial que tiene lo escondido, lo privado. Fue entonces que invité a mis amigos y más tarde a mis hermanos a participar en el proyecto.
En aquel tiempo me ganaba unos pesos arreglando vidrieras y me gustaba mucho la decoración, por lo que pensé en instalar un lugar cuyo estilo no pasara de moda. Los remates me atraían pues podía encontrarse en ellos pequeños pedazos de historia de Buenos Aires producto de las demoliciones de las grandes residencias, y así es como la mayoría de las instalaciones del bar están hechas con maderas de roble de Eslavonia. Merece una mención especial el espejo que pertenecía a la residencia de Dardo Rocha, que engalana el pequeño palco. Con el tiempo hemos tenido que hacer restauraciones, pero como amantes de lo auténtico tuvimos especial cuidado en hacerlo de manera de no alterar ningún detalle, y por esto conservamos encuadrados recortes del papel y de las cortinas originales.
Para la inauguración, el 31 de enero de 1967, invitamos a amigos y a amigos de amigos de la zona norte a conocer el lugar, así es como poco a poco se va formando ese espíritu de calidez y de hospitalidad que procuramos conservar.
Por ese entonces mi veta de poeta me conecta con el mundo de la cultura de la época, y aquí es donde me gustaría mencionar especialmente a aquellos con quienes llegué a tener una amistad como Máximo Paz, Pérez Celis, Marco Denevi, Raúl Soldi, Lily Hartz, Luisa Mercedes Levinson, Gudiño Kieffer, Louis Blue, Elsa Berenguer, Laura Bove, Argentina Brito, Trenti Rocamora, Basilio Ruiz, Diana Ingro, Horacio Ferrer, Hilda Guerra, Elio Eramy, Nelly Fontán, Gustavo García Saraví, Gato Dumas, Bernardo E. Koremblit, César Tiempo, Roberto Tálice, Ulises Petit de Murat, Condesa Otilia Absi de Casa Ferrandiz, Olga Orozco, María Granata, Lilia Roberti, León Benaróz, Manuel Mujica Lainez, entre tantos otros.
Con la colaboración de todos ellos, comenzamos a realizar distinto tipo de actividades en el bar, que comenzó a funcionar como uno de los primeros Café Concert con obras unipersonales, teatro under, exposiciones de pintura, encuentros de poetas, tertulias, vinos de honor, homenajes a artistas como pintores y escritores, presentaciones de libros, talleres literarios etc. en un ambiente de pura bohemia que se extendía hasta altas horas de la madrugada.
En medio de todo este acervo cultural, se fue desarrollando el baile y la interpretación de la música, el canto y el tango danza y así es como se van incorporando al grupo de amigos, músicos, cantantes y bailarines como: Mónica y Víctor Ayos, Alfredo y Laura Dinzel, Gabriel Reynal, Juancito Díaz, Hernán Oliva, Lucio De Mare, Alberto Podestá, Guillermito Fernández, Enrique Villegas, Puyeta Videla Dorna, Nelly Vásquez, Ramón Ayala, entre otros.
A fines del año 1970 adquiero el venido a menos, pero no menos antiguo y querido Unión Bar, al que pongo en valor y recupero en su estilo original, hoy desaparecido por la ampliación de la Av. Independencia donde realizamos todo tipo de actividades culturales. Así paso a paso es como se fue gestando el estilo de funcionamiento que aún llamamos “tradicional y participativo”, pues pedíamos a los músicos y cantantes que interpretaran algunos temas en especial, y en una especie de comunión cantábamos todos juntos en grupo, es más, algunos ya se animaban a bailar con los bailarines de tango y lo habitual era que esas noches se extendieran hasta las 6 o 7 de la madrugada.
Todo ese espíritu cultural y de bohemia de aquella época, continúa vivo hoy en el Bar Sur y atrae a personas y amigos de todas partes del mundo, a los que tratamos de recibir con el mismo cariño, entusiasmo y hospitalidad de aquel entonces.